Autor:
Jesús Cotta Lobato
Ranking en Amazon: #256177
(ayer: #181579)
Páginas: 88
Descripción:
Qué es el Topicario
Topicario. Y arpones contra el pensamiento simple es, como su nombre indica, una clasificación temática de los tópicos más usuales de las conversaciones, acompañados de refutaciones para hacerles frente. Se lee en dos o tres sentadas (no importan dónde esté uno sentado) y creo que contribuye de alguna manera a quitar la seda a las monas, es decir, a desenmascarar tópicos y prejuicios que circulan de boca en boca disfrazados de reflexiones serias y profundas, tales como Yo soy partidario de la libertad, pero no del libertinaje o Haz lo que te pida el cuerpo.
El objetivo de la obra es defender lo noble y lo libre y lo humano y lo inteligente frente a envidias, simplezas, prejuicios y malas intenciones.
Cómo empezó todo
Durante una reunión de trabajo, un colega nos dijo que le daba mucha rabia cierta frasecita que suele decir alguna gente: Mi vocación frustrada es tocar el piano. En cuanto oí la frase fuera de contexto, me eché a reír, porque me di cuenta de que se la había oído a muchísima gente y siempre había caído en la trampa de creerla sincera y personal. Luego nos ilustró recitándonos otras ideas tópicas igualmente extendidas y, en sucesivas reuniones de trabajo, nos divertíamos soltando las frases banales y tópicas que cada cual había recolectado.
Entonces, empecé a recogerlas con cierto desorden en mi ordenador y agucé el oído y me di cuenta de que las conversaciones estaban plagadas de esos tópicos y el archivo de mi ordenador fue creciendo y entre los que recogí yo y los que me pasaban mis amigos, me encontré con la posibilidad de un libro. Había un sinfín de tópicos circulando como moscas y mosquitos por ahí, desde el Quiérete a ti mismo al Habrá que ver si el dinero que damos a los misioneros y a las ONGs llega a los pobres pasando por El tamaño no importa y El tamaño sí importa.
Lo más difícil fue dar forma literaria a ese batiburrillo de monas con seda. Y me inspiré en los tratados clásicos. Y así dividí el libro en prólogo, logo y epílogo. En el prólogo, explico qué son los tópicos de última generación, los clasifico con metáforas animales, que me parecieron las más apropiadas, y luego según las causas que los han originado. En el logo, que es el núcleo del libro, los clasifico por temas. Y cada tópico viene acompañado de un arpón, que es como di en llamar al antitópico, es decir, a la refutación del tópico. Y, por último, en el epílogo, hago un llamamiento humorístico a todos los que quieran enrolarse en la centuria de los arponeros, es decir, convertirse en cazadores y refutadores de tópicos.
El riesgo del libro era que se podía convertir en un mero recopilatorio de tópicos. Eso le daba la ventaja de la variedad, pero aportaba lo mismo que un mero recopilatorio de refranes. Así que había que darle cierta profundidad al libro sin restarle por ello amenidad y variedad y, por ello, acompañé los tópicos de sus arpones para reivindicar las causas nobles, la presunción de inocencia, los Derechos Humanos, la piedad por las flaquezas humanas. Y creo que eso es lo mejor del libro: que además de hacer reír desenmascarando tópicos ocultos, pone ese humor al servicio de la libertad de criterio, del librepensamiento, de la frescura bien entendida, del vivir y dejar vivir, de la buena educación, de la lucha contra los prejuicios que nos hacen sufrir y, sobre todo, al servicio de la excelencia moral.
Otro riesgo del libro es que podía parecer impertinente al ir señalando todos los tópicos que no deberíamos decir. Como me dijo una de mis arponeras al leer la primera versión del libro: ?Jolines, después de leer esto, una va a tener miedo de abrir la boca, no sea que se le escape un tópico?. Para conjurar ese peligro, me encargué de recalcar que los tópicos los decimos todos y de reconocer que muchos de ellos los he dicho yo y los sigo diciendo, pero que los que había que evitar decir son los que nacen de padres innobles, como la envidia o el resentimiento o la ignorancia.
