Llega el esperado final de «Minstrel Valley», creada por trece autoras de Selecta. A mbientada en la Inglaterra de la Regencia en un pequeño pueblo de Hertfordshire, descubrirás una historia llena de amor, aventuras y pasión.
¡No te lo puedes perder!
Lady Harmony Hale ha viajado por toda Europa y se ha convertido en la mujer que deseaba: alguien culto, independiente, y una artista de talento reconocido. Esa cualidad, y su belleza, le ha ganado la admiración del príncipe alemán Wilhelm Frederik Otto Ludwig von Starnberg, de la Casa de Wittelsbach, Baviera, que ha dejado su tierra para seguirla hasta un pequeño pueblecito inglés, Minstrel Valley.
Wilheim von Starnberg es atractivo, más alegre de lo esperado en un alemán, y capaz de una gran entrega, al enamorarse. Pero también es hijo de su estirpe, un linaje que debe ser intachable. Ya depor sí, la hija y la hermana de un marqués no está totalmente a la altura de las expectativas de su rígida madre, la princesa Friederike.
Pero, ¿qué ocurriría, de descubrirse la verdad?
Sobre la serie:
Minstrel Valley es un proyecto novedoso, rompedor y sorprendente. Trece mujeres que crean una serie de novelas gracias a una minuciosa organización que ha llevado tiempo y esfuerzo, pero que tiene su recompensa materializada en estas catorce novelas que vamos a disfrutar a lo largo esta temporada. Esta labor de comunicación entre ellas, el apoyo mutuo, la coordinación y coherencia no hubiese sido posible sin nuestras queridas autoras, que hacen visible que con cariño, tiempo robado a sus momentos de ocio, de descanso y de familia, confianza, paciencia, esmero y talento, todo sea posible. Desde Selecta os invitamos a adentraros en Minstrel Valley y que disfrutéis, tanto como nosotros, de esta maravillosa serie de regencia.
Prólogo de Nieves Hidalgo en Si me lo pide el corazón (Minstrel Valley 1):
«Serán novelas divertidas, románticas, dulces, plenas de sentimiento, con personajes que os enamorarán; hasta con leyenda incluida. Historias paridas por la imaginación de unas autoras merecedoras de elogio, no ya solo por su capacidad para ilusionarnos, su disposición a compartir sino, sobre todo, por la manera encomiable de aplicarse al trabajo para ofreceros lo mejor de sí mismas.»