Una novela que se adentra en espacios fuertes como los juicios sociales contra la sexualidad abierta y natural en manos de una mujer.
-Cuénteme.
-Tomaría muchas sesiones.
-Para eso vino acá, Diana. Para saber qué está en juego.
-Vine acá para cambiar. Para que no me echen del trabajo.
-Vino acá para cambiar, sí. Una cura en el diván implica saber qué se juega. Hábleme de esa primera vez. Tomará las sesiones que sean necesarias.
-Es una historia larguísima.
Diana, su psicoanalista y el diván.
Así inicia Tocar a Diana. A partir de esta primera escena en la que Diana confiesa su irresistible obsesión, empieza a narrar su vida con la ayuda de las intervenciones precisas y verosímiles de su psicoanalista.
Hija de una familia de la alta burguesía, con cuyos principios no se identifica y rechaza, escoge una rebeldía a la que sólo le ponen coto la naturaleza y su yegua. Hasta que descubre el amor y el sexo. Entonces comienza su búsqueda, primero del placer sexual y, después, de la razón de su pulsión erótica. Un estilo narrativo fresco, ágil, con distintas técnicas y voces, arropado por un lenguaje poético, de gran belleza pero duro y realista. Ésta es la nueva obra de Anacristina Rossi, que se adentra en espacios fuertes como los juicios sociales contra la sexualidad abierta y natural en manos de una mujer.
La novela erótica debe causar sensaciones en el lector, y Tocar a Diana lo logra.