Una novela sin condescendencia, políticamente incorrecta. El protagonista husmea en la caja de Pandora que nadie parece ver.
Perros, gatos, un mapache son las compañías de un joven inmigrante en Madrid. Se dedica a pasear mascotas, pero más parece develar la ciudad que se oculta entre los resquicios de los hogares de sus clientes. Nostálgico, arrepentido, a veces furioso, el narrador cavila sobre las ciudades y sobre su propia situación. La música y el futbol serán las válvulas de escape y a la vez, la maquinaria que le permitirá reconstruir sus propios sentimientos.
"Pasear un perro o cuidar cualquier animal es como leer el diario de su familia. Cuando te dan las llaves de una casa entras en un matorral de recuerdos, en un cementerio donde la fuerza del olvido trata de destruir las lápidas que puedan llevarte por rutas de abismos, porque el pasado es un agujero negro."