Autor:
Ana Martínez de la Riva Molina
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Páginas: 472
Descripción:
INDICE GENERAL
BRITANNY 5
LA PIEDRA MÁS PRECIOSA 111
BRIGITTA 273
LA HERENCIA DE JUDHIT 369
KARL Y CINTHIA 447
CAPÍTULO I
Un disparo nos hizo lanzarnos al mar. Tenía una competición de natación entre los mejores nadadores del Mundo.
Me tiré de cabeza desde el muelle hasta el fondo del agua. Debíamos recorrer un kilómetro a braza. Unas bollas de color amarillo señalaban el final del recorrido.
Estaba muy preparado para conseguir la preciada medalla de oro. Desde que era un niño he sentido una atracción muy fuerte hacia el mar. Mi abuelo había sido pescador al igual que mi padre. Por desgracia una tempestad los atrapó, creando enormes olas de seis metros.
Las policía no pudo ni siquiera encontrar la embarcación. Han pasado diez años desde entonces. Y no hay un solo día que no me acuerde de ellos. Eran tan vitales, alegres y con tanto amor por la familia y por la vida, que sin quererlo, destrozaron nuestros corazones.
Mi madre se volvió a casar con un entrenador de Rugbi. Es un buen hombre y le acompaña, recorriendo todo el Estado.
A los once años ingresé en un colegio interno, dónde me entrenarían para la selección de natación en New Jersey.
He vivido para y por este deporte. El agua es mi medio de vida. Todos los días entreno de diez a catorce horas.
Ahora mi único objetivo es conseguir la mejor plusmarca en un Océano, luchando contra las corrientes marinas. Es otro reto al que me voy a enfrentar. Soy el mejor nadador en piscinas olímpicas en mi especialidad a braza. Y poco a poco llevaré más lejos mi ambición y llegaré nadando hasta alguna isla del Atlántico.
Con mis gafas de bucear y mis largas brazadas, sin darme cuenta atravesé la meta.
Respirando con dificultad salí a la superficie.
Mi entrenador estaba maravillado por el nuevo record que había conseguido.
Todos me felicitaron y fui noticia a nivel mundial.
Regresé a la Universidad, deseaba ser preparador físico. Era mi último curso para Doctorarme.
Sabía que tarde o temprano no seguiría en la competición. Mis experiencias y estudios servirían para entrenar a otros muchachos con afán competitivo.
Me duché, tomé un zumo con vitaminas y me acosté en la cama de la Residencia de estudiantes. Cerré los ojos y soñé con una mujer bellísima, de cabellos dorados y ojos como el mar.
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CAPÍTULO II
-¡Despierta Willy! Tenemos entrenamiento dentro de diez minutos.
-¿Ya ha amanecido? Si acabo de dormirme Peter. No me estarás gastando una broma.
-Ya son las seis de la mañana. Y la final la tenemos el Viernes. Te juegas todo el curso. ¿No querías ser el mejor? Levántate compañero y a la piscina. Hoy no te voy a dar cuartelillo y te ganaré.
-Eso es lo que tu quisieras. Te sacaré medio cuerpo sin esforzarme demasiado.
-Juegas con ventaja, midiendo casi dos metros y estando tan en forma, no nos dejas opciones a los demás.
-Estoy con esta complexión gracias a los muchos esfuerzos con los que he batallado desde hace diez años. Ha sido muy sacrificado.
Creo que en pocos años, voy a retirarme y ejerceré de manager. He triunfado en todo lo que me he propuesto; ya es hora que viva un poco.
-Vaya, vaya. Creo que te has enamorado, por la cara que pones como un cordero degollado. Lo que no alcanzo a comprender es cuándo has conocido a la chica que te ha robado el corazón.
-No digas bobadas Peter. Sabes de sobra que no he tenido tiempo de andar tonteando por ahí en busca de alguna nena. Y creo que ya es hora de hacerlo. En un par de seman