La extraordinaria vida del general Francisco de Miranda, un Quijote sin locura que llevaba fuego en la sangre, según Napoleón Bonaparte. Sin Francisco de Miranda no hubiera habido revolución bolivariana. Este militar nacido en Caracas había puesto toda su inteligencia al servicio de la Corona de Carlos III y para ella ganó batallas sin necesidad de disparar un fusil. Pero, decepcionado con la ineptitud, las envidias y las insidias de virreyes y generales, decidió poner tierra de por medio entre él y las colonias hispanas en ultramar. Se lanzó a recorrer los Estados Unidos y Europa; conoció a George Washington y Napoleón; intimó con Catalina la Grande de Rusia y cautivó a generales, intelectuales y gobernantes. Tras llamar a las puertas de todos los grandes estadistas de su tiempo, al fin consiguió el apoyo para emprender la causa de su vida: la invasión marítima de los dominios españoles en el Caribe empezando por su Caracas natal, para crear la Gran Colombia, el sueño de unos Estados Unidos de América del Sur.
Esta novela se lee con la fuerza que emana de las historias auténticas, aquellas que basta encauzar con buen pulso narrativo, como el que demuestra Fermín Goñi, porque la vida que cuenta es tan fascinante y épica que el mejor adorno literario es explicarla tal como fue.