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Descripción:
...algo a lo lejos se movía ligeramente. Sacó de su equipamiento el silenciador de su fusil y lo colocó despacio, con mucho cuidado de no hacer ruido. Continuó acercándose lentamente, agachada, dando cortas ráfagas de luz con su linterna intentando descifrar la silueta de lo que quiera que fuera aquello. Luz y unas piernas. La posición de unas botas dejaban entrever un cuerpo boca arriba tendido en el asfalto. Oscuridad. Luz otra vez y alguien a horcajadas parecía rebuscar en el cadáver. Oscuridad nuevamente, su pulso se aceleraba y dudaba entre dar un rodeo o acercarse para comprobar la situación. A medida que se acercaba podía oír el masticar y el engullir ansioso de una bestia, lo que la llevó a deducir que aquello no era humano. Quizá lo fue en algún momento pero estaba segura, cada vez más, de lo que le esperaba. Luz. Ya sólo quedaba el cadáver. Aquella cosa había desaparecido en un parpadeo de linterna. ?¿Dónde está? ?Se preguntaba aterrorizada. Cuando de repente, algo la embistió desde un lateral y la hizo perder su arma. Medio aturdida intentó incorporarse mientras buscaba desesperadamente su fusil.
Recogió la linterna del suelo. Aún no la había encendido pero sabía que estaba allí, plantado delante mismo de sus narices. Podía sentir su acelerada respiración y ese calor sofocante que desprenden sus cuerpos al quemar rápidamente tanta energía. Volvió a encender la linterna y se confirmaron sus temores. Allí estaba. A un metro escaso de su cara. Con los ojos ensangrentados y a punto de salirse de sus respectivas cuencas, la mandíbula desencajada; como si intentara tragársela de una sola vez abriendo su boca anormalmente al máximo. Apretaba sus puños con tal fuerza que podía ver como clavaba sus largas y sucias uñas en las palmas de sus manos vertiendo a goterones su espesa, viscosa y extrañamente oscurecida sangre sobre el suelo. Aquella cosa hizo el ademán de atacarle nuevamente cuando algo atravesó su cabeza de oreja a oreja e hizo que su cuerpo se desplomara repentinamente...
Puede que haya llegado el fin... ¿de qué serías capaz por sobrevivir? ¿seguirías siendo la persona moralmente íntegra que eres? La Tierra Prometida te hará dudar. Sumérgete en la trepidante carrera por salvar la vida de los habitantes de una ciudad devastada por una catástrofe natural que ha derivado en la mayor y mas terrible pandemia que haya conocido la humanidad.
