Autor:
Ángel Ruiz Cediel
Ranking en Amazon: #0 (ayer: #0)
Páginas: 636
Descripción:
Sinopsis: Salvador Montoro ha perdido al único ser que le quedaba vivo, su madre. Sin embargo, por imposición de Fausta, cuñada del padre de Salvador, consigue que el patriarca de los Montoro le acoja en su casa a pesar de que no le considera sino un bastardo. Aunque con un inicio de su relacción muy negativo, el tiempo y la convivencia lograrán que se establezca el abuelo y el nieto un vínculo que derivará en un afecto sólido y entrañable. Ya como Montoro de pleno derecho, deberá el futuro patriarca de la casta, Salvador, demostrar su condición de de germen de Dios o de semilla del diablo, así como los demás Montoro lo hicieron a lo largo de la Historia. Y tendrá su oportunidad, porque aún siendo poco más que un adolescente estalla la Guerra Civil, y él, como toda su quinta, es movilizado y tendrá que ir al frente, cayéndole en suerte, ya al final de la guerra, el conducir a una caravana de niños desde Madrid hasta Valencia, porque la derrota final está próxima y nada queda que hacer por eviarla, salvo evitar que sucumban aquellos que en su bando consideran los más puros. El amor y el odio, la paz y la guerra, la fidelidad y la traición, se dan cita en esta obra memorable, enfrentándose los personajes con su propia nauraleza a fin de demostrar su condición.
Hasta aquí, la que podríamos considerar una sinopsis tradicional; pero dejáme hablarte la obra desde el punto de vista literario. No estás aquí ante una novela más o menos ordinaria. Más allá de que esta obra ha vendido más de 30000 ejemplares sin estar apoyada por sello editorial alguno y sin ser respaldada por publicidad de ninguna clase, se trata de un enorme clásico literario, denso, profundo, ágil, referente de un tipo de literatura memorable de la que ya no queda.
Se trata de mucho más que una novela. Es verdad que es la primera parte de la Trilogía "Los Montoro", y también lo es que las dos veces que concurrió a certámenes literarios, ambas fue finalista; en el primero, "La Rama Dorada de 1986", quedamos finalistas José Luis Sampedro y yo -no tengo memoria de quién ganó ni con qué novela-; y en el segundo, el "Premio Aorín de 1996", diez años después, volvió a quedar finalista (5º clasificado), esta vez compartiendo fracaso con Miguel Delibes. Pero lo que también es cierto, es que no es ni una obra ordinaria ni una novela menor. Si la publiqué finalmente después de 14 años escrita (1999), fue por la insistencia de quienes, habiéndola leído, me presionaron para que lo hiciera. Y tuvieron razón porque no solamente le gustó al público en general, sino que por la extraordinaria acogida que tuvo, junto con las otras novelas de la trilogía (todas finalistas de premios de primera magnitud: "Una flor en el Infierno" y "Carne"), me he visto un poco obligado a dar charlas o conferencias con cierta frecuencia en distintos foros culturales y hasta en algún penal (ahí están los mejores lectores y lectoras).
Mi recomendación es que no te la pierdas, porque es literatura de la grande, de la buena, de la que se escribe con ele mayúscula. Un clásico si quieres, pero en todo caso un gran clásico. Si te complace una gratificante lectura y tener una novela como hay pocas en los anaqueles de tu librería, sin duda es esta. Sin ella, tengas lo que tengas, tanto tu cultura como tu librería no estarán completas.
