Autor:
Amanda Deant
Ranking en Amazon: #0 (ayer: #0)
Páginas: 62
Descripción:
Muchas chicas son raptadas por psicópatas en Estados Unidos y en todas partes algunas son asesinadas o simplemente se convierten en parte de una lista de jóvenes desaparecidas. Kimberley luchará por sobrevivir, y para hacerlo deberá someterse a su raptor: un neurocirujano de veintiocho años atractivo y cruel que la someterá a sus juegos sexuales de domn con prácticas de bondage, que le exigirá sexo a diario, en el sillón, en la mesada de la cocina y la poseerá sin parar... Y que la convertirá en su esclava, cautiva y luego en su mujer exigiéndole besos, caricias y sometimiento extremo.
Ella logra sobrevivir y termina sometida a sus juegos del amo, a sus prácticas de sexo rudo, constante, desenfrenado. Atrapará su cuerpo, su mente, y la hará adicta al sexo, a su p... pero jamás tendrá su corazón. Kim sueña con volver a su primer amor del que fue arrancada a la fuerza y un buen día lo conseguirá.
Extracto:
?Abre tus piernas preciosa quiero lamer ese delicioso coño apretado y dulce?le ordenó.
Ella obedeció y él le quitó las bragas de un brusco tirón y levantó su falda para ver sus caderas y ese precioso pubis rubio tan blanco. Había sido delicioso abrirlo la primera vez pero la chica estaba tan asustada y se quejaba tanto, bueno su polla era de piedra y de buen tamaño.
Kim quiso gritar cuando sintió que la lamía con desesperación agitado, estaba horas follándola, no podía creer que un simple coito demorara tanto, dios era una tortura a la que debía someterse a diario. Gimió al sentir que su boca era reemplazada por su inmensa polla dura.
?Qué dulce coño tienes cariño, es perfecto para mi polla ¿no crees? Está hecha a mi medida, siente como te lleno toda.
Ella lo miró agitada, nerviosa.
?Despacio por favor, por favor me lastimas?le rogó.
Él sonrió, era un tipo loco y sádico y cuando reñían la ataba a la cama y le daba nalgadas con esa horrible fusta. Y Kim no sabía que era peor, recibir una zurra o soportar su polla en su coño, en su trasero o en su boca.
?Abrázame Kimberley, eres mi chica ahora, mi sumisa, no lo olvides?le recordó y hundió su polla por completo en su coño follándola con fuerza mientras su manos sujetaban sus nalgas para que no pudiera moverse.
Ella obedeció y lloró. La tortura recién empezaba, sabía que volvería a hacerlo más tarde hasta dejarla exhausta, dormida.
Atención, novela erótica con escenas fuertes de bondage, sumisión, sexo forzado, y sexo lésbico. Algunos pasajes pueden resultar algo fuertes para los lectores, no recomendables a menores de edad.