El pasado siempre acaba por alcanzarte
Un thriller adictivo, de ritmo vertiginoso, que no podrás dejar de leer
Una tórrida noche en Damasco a principios de los años ochenta. Un agente estadounidense abandona a su bebé a un destino incierto, una traición que jamás se perdonará y que será el comienzo de una huida de sí mismo. Hasta que ya no se pueda esconder de la verdad. Hasta que se vea obligado a tomar una decisión crucial.
Treinta años después, Klara Walldéen, una joven sueca que trabaja en el Parlamento Europeo de Bruselas, se ve envuelta en una trama de espionaje a nivel internacional en la que está implicado su antiguo amante y exmiembro de las fuerzas especiales del ejército sueco, Mahmoud Shammosh. De la noche a la mañana, Klara y Mahmoud se convierten en el objetivo de una cacería que se desarrolla por la Europa invernal, un mundo donde las fronteras entre países se han vuelto igual de borrosas que la línea que separa a aliado y enemigo, verdad y mentira, pasado y presente.
El nadador es una novela de intriga que habla de deudas y desagravios. De la importancia y el peso del pasado. Y de que, al final, nunca puedes escapar de la persona que eres.
La crítica ha dicho...
«¡Los suecos lo han vuelto a lograr!»
Litteratursiden
«La novela debut de Joakim Zander está repleta de acción vertiginosa y cargada de adrenalina... El nadador es uno de nuestros libros favoritos del año.»
Magasinet Paragraf
«El nadador está bien escrito y resulta increíblemente emocionante, pero su fuerza reside también en un reparto de personajes cuidadosamente representados y en su capacidad para evitar la predictibilidad de este género.»
Skånska Dagbladet
«En medio de una acción trepidante, Zander también logra crear con éxito personajes de carne y hueso y totalmente creíbles.»
Dalarnas Tidning
«Joakim Zander tiene una buena historia que contar, una historia que aborda cuestiones morales así como los remordimientos y la expiación, la culpabilidad y la venganza... Como debut El nadador es impresionante.»
Borås Tidning
«Está tan elegantemente construida que, mientras la leía, tuve que volver a comprobar que realmente era una primera novela lo que tenía en la mano... Y no es solo la trama lo que resulta tan convincente, el lenguaje de El nadador es igual de potente.»
Göteborgs-Posten