Autor:
J. K. Vélez
Ranking en Amazon: #906276
(ayer: #905786)
Páginas: 100
Descripción:
LA CRUZADA DE PORTNOY
El lugar parecía abandonado hacía tiempo. En la recepción y sala de espera había claras marcas de actos vandálicos pero más allá de traspasada la primera puerta, tras aquella sala, el centro de salud mental se transformaba en otra cosa, en algo que Ken hubiera definido como el interior de una nave espacial. Las paredes y el techo formaban un óvalo y eran de un material oscuro con aspecto metálico, surcado de ramificaciones de un rojo vibrante que recordaban a venas.
? ¿Se parece al túnel artificial que ves cuando visitas a la criatura? ?preguntó Wanda en voz baja, como si su voz fuera a despertar algo oculto que pudiera saltarles a la garganta.
? Para nada. Esto es mucho más alienígena ?contestó Ken.
Al fondo del oscuro pasillo había una especie de cámara que recordaba vagamente a una sala frigorífica industrial.
? ¿Se supone que debemos acercarnos a eso? ?preguntó Ruben.
Le temblaba un poco la voz. Ken apretó más fuerte su mano.
? Creo que sí.
Como si fueran tres intrépidos exploradores vestidos para una boda, los tres avanzaron hacia la cámara sin mucho aplomo.
? Si tuviéramos un narrador ahora se estaría riendo de nosotros ?dijo Ken.
? ¿Un narrador? ?preguntó Wanda.
? Ya sabes, una voz en off contando nuestra historia. La voz de un escritor de misterio cuando graba un audiolibro. Como Dean R. Koontz.
? Tú escuchas cosas muy raras.
Tras un corto paseo que se les hizo muy largo, llegaron a la cámara. Junto a una puerta negra provista de un cristal de unos treinta centímetros de largo por veinte de ancho a la altura de los ojos de un adulto, había toda clase de palancas multicolores e indicadores analógicos. A Ken le recordaron a los mandos de una nave extraterrestre o de un submarino futurista de una de esas series de principios de los setenta, de las que reponían los sábados por la mañana.
Wanda señaló hacia arriba. Ruben ya lo había visto. Sobre la puerta de la cámara había un letrero oscuro con otro elefante grabado y la leyenda MÁQUINA DEL TIEMPO en letras rojas, casi del mismo tono que las venas de las paredes.
Wanda se asomó recelosa a la ventanilla y echó un vistazo a lo que había tras la puerta.
? Vaya...
? ¿Qué? ?preguntó Ruben, ansioso. Como aún no había pegado el estirón y Wanda estaba delante no conseguía ver por el cristal.
? Es la biblioteca de Bruceville. Hay gente sentada leyendo ahí dentro.
? ¿Que qué?
Wanda y Ken se miraron el uno al otro. Ruben los apartó y se puso de puntillas para atisbar.
? ¿En serio? ?dijo Wanda luego, dirigiendo la vista hacia ningún sitio en particular. ? ¿Queréis hacernos creer que Robert viaja por el tiempo con esto? ¡Si parece sacado de un cómic!
? Bueno, ya está bien ?un hombre apareció de la nada y apartó a los tres sin ninguna consideración. Miró él mismo por la ventanilla de la máquina del tiempo y dijo: ? Lo que me faltaba.
El hombre dirigió una mirada severa a Ruben antes de dirigirse a Ken.
? Supongo que llevas la piedra encima. Si me la dejas un momento, borraré toda esta mierda.
Ken no contestó. Miró a Ruben quien asintió con la cabeza.
? Es tío Robert.