Novela de aventuras pero también policiaca, de traiciones y maniobras políticas en el Madrid galdosiano de 1868.
Ambientada en el Madrid galdosiano de 1868, está protagonizada por Jaime Astarloa, un maestro de esgrima que trabaja dando clases de florete a algunos nobles de la ciudad. Todo el escenario cambia cuando entra en juego una dama, que desea tomar clases de esgrima con Astarloa, y comienzan a suceder extraños hechos que lo involucran.
El maestro de esgrima es la historia de un mundo de tahúres y mercachifles mantenido a distancia por un florete honorable. Pero es, sobre todo, una inquietante parábola sobre el poder del dinero, la ambición política y la extinción de los valores de honradez y fidelidad en este siglo XX que agoniza.
Novela llevada al cine por Pedro Olea.
La crítica ha dicho:
«Arturo Pérez-Reverte es un maestro del suspense y su libro es deslumbrante.»
Publisher Weekly
«El maestro de esgrima sumerge al lector en un duelo elegante cargado de intriga y sensualidad.»
The Observer
«En lugar del típico puzzle de engaños propio de las novelas de intriga, El maestro de esgrima nos ofrece una sutil meditación sobre los enigmas profundos de la elección y el Destino. Una espléndida novela de la primera a la última página.»
The New York Times Book Review
«Pérez-Reverte conoce todos los secretos sobre cómo conservar un equilibro entre acción y suspense de tal modo que mantiene al lector absorto... Lo que hace irresistible a Pérez-Reverte es su sensibilidad radicalmente moderna, inteligente y compleja.»
The Boston Globe Book Review
«Erudición bien calibrada e intriga soberbia. El autor se divierte y nos divierte.»
Libération
«Consigue mantener sin aliento al lector.»
Corriere della Sera
«Un increíble fenómeno literario, insólito para un escritor de lengua no inglesa.»
Il messaggero
«Arturo Pérez-Reverte ha sabido encontrar la estocada perfecta.»
Oggi
«Quedarán fascinados por el personaje de Jaime Astarloa.»
Chicago Tribune
«El autor es, en el mejor sentido, un romántico, y leerlo es volver a descubrir el placer de Dumas o Conan Doyle.»
The Times