Autor:
Cathryn de Bourgh
Ranking en Amazon: #934
(ayer: #3138)
Páginas: 320
Descripción:
Nadie esperaba que la hija del conde Guillaume fuera raptada camino a su nuevo hogar; el castillo de Angers, pero un séquito de feroces caballeros da muerte a su marido y a los guardias que intentan defenderla. Rosalie, la altiva dama de Montblanc será conducida al castillo negro donde un perverso sujeto llamado Armand le diable la obligará a rendirse como su cautiva y a someterse a él en cuerpo y alma.
Ella se resiste y lucha por escapar pero sabe que es en vano.
Armand, conde de Chatillon está deslumbrado por la belleza de castaña cabellera y ojos cristalinos y no se detendrá hasta domeñarla, pero ella es una dama orgullosa y no está dispuesta a rendirse. Y en medio de un combate feroz nacerá la pasión y el amor sensual entre los protagonistas sin que puedan evitarlo y desatará la lujuria; ardiente, desenfrenada...
EXTRACTO
?Tranquila, dejad de moveros, parecéis un pajarillo asustado, no os lastimaré?le dijo al oído y besó su suave cuello y sus manos expertas recorrieron su cuerpo haciendo que gimiera de terror, no de deseo.
?Sí, me lastimará hasta saciarse y luego?
El conde cubrió su boca con un beso apasionado.?No os devolveré con vuestros padres princesa, sois mi cautiva ¿lo olvidáis? Os quedaréis aquí y nadie podrá rescataros de mí jamás?
La desnudó con prisa y ella gimió al sentir como la apretaba contra su miembro erguido. Cerró los ojos para no ver lo que pasaría después. No quería verlo ni sentir nada.
?Abrid los ojos hermosa, abrid y miradme?le ordenó él.
Rosalie obedeció y sintió su mirada intensa, parecía embrujarla, dominarla, mirando esos ojos sentía terror, se sentía atrapada, subyugada como aquella vez hacía dos años que él la atrapó y fue incapaz de moverse.
Su raptor se movió despacio y fue hacia ella, estaba desnudo y la joven vio su pecho ancho, fuerte, los brazos pero no se atrevió a mirar más allá. Estaba temblando, tenía las piernas y manos desatadas pero no podía correr como tanto deseaba.
?Tócame preciosa, acaricia mi cuerpo?le pidió él tomando sus manos y colocándolas en su pecho. Rosalie obedeció recorriendo ese pecho cubierto de vello oscuro y espeso, él gimió al sentir sus caricias. Sus manos se deslizaron a su cintura, suaves, pequeñas y blancas y cuando tocaron su miembro se detuvieron.
?Así preciosa, con suavidad, toca mi vara, es toda tuya.
Ella cerró los ojos pero él la obligó a abrirlos y ver la enormidad que tenía entre sus piernas fuertes de guerrero. Nunca había visto a un hombre desnudo así y se estremeció y apartó la vista ruborizada. Era como en sus sueños, gemía con sus caricias y de pronto sintió que se mojaba. La piel era suave y el miembro tan duro que ella pensó que no podría entrar en ella.
Él también sabía que sería difícil, por eso tomó sus manos y la tendió y comenzó a besarla, a prepararla para ese momento que tanto había soñado. Oh, era tan suave y deliciosa.
ADVERTENCIA
Esta es una novela erótica medieval, con escenas y descripciones sexuales gráficas, algo crudas, y por momentos rudas, no aconsejables a menores de edad, para lectores de erótica. No pretende ni busca ser un libro histórico excepto en la ambientación, el resto es imaginación e invención mía.