Bajo la apariencia de una historia teñida de humor e ironía, El caballo desnudo reconstruye la vida de una ciudad provinciana que, a su vez, reproduce microscópicamente el macrocosmos de la España de la Restauración, aquella España fantasmagórica ya a punto de fenecer en ese mismo año de 1917.
En la pequeña ciudad de Villabruna, encerrada en sus rancias tradiciones y en su sórdido provincianismo, se produce un notable revuelo y las almas pías se disponen a una cruzada en favor de la decadencia. El motivo es muy sencillo: una mañana en la alameda, un niño llamado Adolfito ha dicho a su tía doña Evangelios: «¡Tía, mira, ese caballo va desnudo!». A partir de ahí se produce el revuelo, que llevará a la fundación de La Liga para la Moral Animal, cuyo fin es defender los valores espirituales de la sociedad villabrunense, amenazada por el Enemigo Malo...
Reseña:
«Una sátira en la que Sampedro muestra su opinión sobre la situación del país.»
El Mundo