Rosario se para frente al espejo, se acomoda el cabello corto tras las orejas, arregla el encaje de la camisola blanca, pero no consigue ver de vuelta su imagen; es apenas una niña y el dolor ya la ha marcado. La temprana muerte de su hermano la convirtió en una sombra para sus padres, también tocados por la pérdida. Desde entonces, la escritura se volvió su pasión y único refugio, aunque pronto descubriría que, en un mundo dominado por los hombres, la inteligencia de la mujer es también motivo de condena. El aire en que se crece es el retrato de una mujer que desafió valientemente todas las convenciones de una época. Esposa y madre, vivió entre el enfrentamiento del amor y la aspiración por desarrollar en libertad su obra. Con maestría inigualable, Rebeca Orozco ha capturado a lo largo de estas páginas el poder de seducción de una figura tan fascinante como trágica, construyendo así la novela definitiva sobre Rosario Castellanos.