Autor:
Angus Froude
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Páginas: 1791
Descripción:
En compartimentos el crujido de altavoces fue distribuido. La voz estable comenzó a hablar inglés perfecto despacio y solemnemente como si transmitió de parte del ser más alto:
? ¡La atención, los astronautas de la lanzadera de Independencia y los oficiales Raumvaffa de la estación militar "Der Rhein", con usted son dichos por el comandante de la palabra "De la estación de enfrentamientos del Profeta" el comandante Mokhkhamed Saadi, por Allakhi cortés y misericordioso, ríndase! Su situación es desesperada. La comunicación es interrumpida, corriendo y oportunidades de poder en un resultado, alturas reservadas y tiempo para el rescate de los barcos viene a un final. Su orden no sabe sobre su dislocación y no logrará venir al rescate más. Atención, de parte de la orden Suprema de las fuerzas armadas conjuntas de Blok de los estados árabes, prometo guardar a usted la vida y la ventaja y también proporcionar la asistencia médica y la comida caliente a cambio de la rendición. ¡Ríndase! Abra escotillas externas de compartimentos de la cerradura, desconecte el sistema de autodestrucción y prepárese para la transición a la Palabra del Profeta. Por otra parte será destruido. La atención, los astronautas de la lanzadera de Independencia y oficiales a Raumvaffa de "Der Rhein", se rinde, piensa en las familias, de las mujeres sensibles y suaves que le esperan, de las madres y niños. Ríndase, y a usted la vida será guardada. No espere la ayuda externa, nuestras sondas son imitadas por su llamada de emergencia entra órbitas de otro acimut. Atención, orden Suprema ?
Uaytgauz cerró ojos. Antes de que imagine de la superficie de la tierra de noche puesta a flote, mezclando bien con diapositivas de un oleaje oceánico sensible, luego con memorias de niños brillantes, olores de una gavanza e hierba recién segada, y con burbujas del hielo Coca-Cola en una garganta.
Después de la oferta de capitular, los árabes comenzaron en la comunicación interna la música sinfónica, no Rachmaninov, no Wagner. Las cuerdas majestuosas de un piano de cola y las partes de violines alma apremiante transportaron Uaytgauz en sueños aún más profundamente. Sin embargo sólo siguió unos segundos, hasta un momento hasta que la lanzadera estuviera llena del zumbido como si transformadores distributivos pegados en 500 kilovoltios de alguna central nuclear a su cubierta.
Uaytgauz no logró pensar de donde en una órbita tal poder podría emprender ya que los gritos de Makliff fueron oídos:
? ¡Éstos son alemanes! ¡Encendieron el radiador de láser con sustancias químicas una posición! ¡Nadie creyó que tienen él, y lo tienen! ¡Fanáticos! ¡Casi ideé cómo convertir contenedores, y todos ellos se estropearon! ¡No serán capaces de ganar la lucha por el barco dañado, todo fue ido!
? Los compañeros buenos, no para nada morirán ? Dybal respondió ? nada a nosotros y por tanto la estrella, excepto una vergüenza aparecerá de las primeras páginas de medios con cuerdas en un cuello y balar que árabes bien y amables bajo un barril del arma, con un relaksant en la
