Autor:
mauricio carrion
Ranking en Amazon: #1050643
(ayer: #1050142)
Páginas: 162
Descripción:
Drama. Robo y tráfico internacional de arte. Asesinato. Intriga. Erotismo. Aventura. Xenofobia Ladrones internacionales tratan robar piezas de cultura Precolombina 400 años a.C de propiedad del museo de oro del banco central. Corrupción de la iglesia. Crimen. La historia de un piano Pleyel embarcado en puerto Francés por el siglo 18 con destino a un país sudamericano que luego es utilizado en secreto como escondite de un valioso tesoro. La leyenda de un hombre que hace una fortuna con el boom de exportación bananera y el ocaso de la explotación de las minas de oro.
***Hola mi querido Mauricio. He disfrutado mucho de tus obras y en particular de Corona para el Rey. No es lo mío hacer crítica literaria y menos pretender de sensor, mi educación formal, si bien pasó por el periodismo y luego por la comunicación, ha sido modesta y, más aún, filtrada por poquísimas capacidades personales.
Cuando Unamuno prologa las Catilinarias de Juan Montalvo dice, entre otras cosas, que al leerlas iba saltado los argumentos y destacando la capacidad para el insulto. No es tu caso pero tienes una maravillosa forma de meterte en el entresijo de la gente y caricaturizarla en personajes verosímiles, tema difícil de aceptar entre quienes no perciben la diferencia entre una biografía y una historia novelada. Tu capacidad para crear las detalladas descripciones que impones a los hechos por un complejo ejercicio de interiorización, de reflexión y estudio.
El exotismo que pudiera suponerse en tus letras no lo es tanto porque -la verdad- nuestras gentes, nuestro paisaje, nuestras costumbres, nuestras formas y maneras son y siempre han sido tales; el mérito del artista está en ponerlas en evidencia hasta que duela, aunque en un ejercicio de autoestima, más bien, debiera servir para justipreciarnos.
Eres un necio y esa necedad se refleja en la capacidad para insistir en un medio que a ratos es algo ingrato cuando bien pudieras estar en Europa o en lares que te son tan naturales y, seguramente, satisfactorios; es vida de artista la tuya ¡Consuélate! otros tantos artistas la han pasado peor: hambrientos, mal reputados o tildados como herejes de la academia y las buenas maneras de su tiempo. Tienes una imaginación febril ¡de por lo menos cuarenta y ocho grados centígrados!
En lo fáctico de la obra, me divierte la serie de personajes que construyes en tus novelas, a manera de puzle, uno de los cuales se basa en el firmante, tipo simpático este, igual que el referente de carne y hueso. Algo te conozco y sé que los viajes te han regalado un porte cuasi diplomático merced a tu ancestro y al ejercicio que el Estado te delegó en su momento, esa experiencia te ha marcado y ahora entremezclas los paisajes, las curvas de los caminos y montes europeos con las de las campesinas de nuestros anejos antes de describirlas.
El piano importado de Francia Pleyel de tu historia me ronda en los sueños y debo confesar que, por ejemplo, la otra tarde en Puerto Azul de tu novela, estuve tentado, en medio del sopor invernal, a retirar la tapa trasera para apropiarme de aquel bulto que mencionas ¡El arte regala imaginación y codicia!
Patricio Estévez
Quito. Ecuador 2012