Autor:
Xavier Vila Coll
Ranking en Amazon: #42179
(ayer: #23531)
Páginas: 192
Descripción:
Si este diario ha llegado hasta tus manos, significa que algo terrible nos ha sucedido. Esta es nuestra historia, y en ella relato todo lo que nos ha ocurrido desde que se desató la infección de ébola que dio al traste con el mundo tal y como lo conocíamos hasta el momento. No hay marcha atrás posible, apenas queda nada de lo que disfrutábamos y dábamos por sentado unos meses atrás. El mundo se ha convertido en un enorme y putrefacto hormiguero lleno de criaturas hambrientas que solo desean una cosa: la muerte ajena. Pero, por desgracia, ni esta es eterna. Los cuerpos regresan a la vida, repletos de una rabia irracional que alimenta su hambre atroz, transformándolos en bestias hambrientas de carne humana.
Al mismo tiempo y, desgraciadamente, la vida es un bien cada vez más preciado y los que resistimos tenemos escasas posibilidades de sobrevivir. El número de personas disminuye, engrosando así el ejército de infectados que nos rodea y persigue constantemente. Cada día se convierte en una lucha prácticamente estéril por la supervivencia. Por si eso no fuera poco, los grupos hostiles proliferan como cucarachas, y cada vez es más difícil encontrarse con similares con ganas de cooperar. Sus únicas motivaciones son el saqueo, el robo y la extorsión para hacerse con cualquier cosa que les pueda ser útil, sin prestar importancia a las vidas que tengan que llevarse por delante. Es un mundo enfermo, podrido... y somos poco más que míseros gusanos buscando su pedacito de manzana.
Todos tenemos muescas sobre la piel que nos recuerdan lo ocurrido hasta llegar aquí. Arañazos, heridas y marcas que narran la pequeña odisea que hemos vivido durante todos estos meses, hasta llegar a un pequeño remanso de paz en mitad del océano, que sobrevive ajeno al mundo anclado en la nada. Todos tenemos muertos a los que llorar: padres y madres, hermanos y hermanas, seres queridos que quedaron atrás. Novios y novias, maridos y mujeres a los que jamás volveremos a abrazar, pero a los que seguimos queriendo y añorando. Aunque esto también resulte difícil y doloroso.
¿Qué queda entonces? Prácticamente nada.